ESPECIALISTAS DE LA
MEDICINA TRADICIONAL MEXICANA
COCA MARTÍNEZ
GABRIELA ABIGAIL
La medicina
tradicional que se realiza actualmente en México es una amalgama de
prácticas curativas que existían desde antes de la llegada de los
conquistadores, las introducidas por los españoles durante la Colonia y las provenientes del continente
africano a través de los esclavos. Todas conformaron una gama de saberes y
prácticas en torno al cuerpo humano, los humores, la flora y fauna, el medio
ambiente y las fuerzas que dominan y regulan el complejo salud-enfermedad. Esta
última no siempre es concebida desde el punto de vista individual, también es
tratada familiar o colectivamente, ya que la enfermedad puede funcionar como un
regulador social.
Estos saberes se distribuyen a lo largo del territorio mexicano en dos grandes áreas: la mesoamericana, es decir, centro y sur de México, y el norte, que inicia desde el occidente. La terapéutica mesoamericana es la más difundida y se centra en categorías como frío/caliente, cualidades que condicionan el conjunto de prácticas alimenticias, la herbolaria, las enfermedades y las prescripciones. El occidente es el paso transitorio de estos saberes hacia el norte de México, ya que allí encontramos este conocimiento mesoamericano pero también el norteño. Este último consiste de prácticas terapéuticas ligadas a transgresiones rituales, al ciclo de vida, y a las epidemias o sequías.
Estos saberes se distribuyen a lo largo del territorio mexicano en dos grandes áreas: la mesoamericana, es decir, centro y sur de México, y el norte, que inicia desde el occidente. La terapéutica mesoamericana es la más difundida y se centra en categorías como frío/caliente, cualidades que condicionan el conjunto de prácticas alimenticias, la herbolaria, las enfermedades y las prescripciones. El occidente es el paso transitorio de estos saberes hacia el norte de México, ya que allí encontramos este conocimiento mesoamericano pero también el norteño. Este último consiste de prácticas terapéuticas ligadas a transgresiones rituales, al ciclo de vida, y a las epidemias o sequías.
Las
enfermedades
Según quienes
practican la medicina tradicional, las enfermedades pueden ser consecuencia de
causas naturales o sobrenaturales. Las primeras pueden ser tratadas también por
la medicina alópata y para las segundas es necesaria la
intervención de los médicos tradicionales, quienes aseguran que
aunque algunas de las enfermedades corresponden a padecimientos físicos, la
gran mayoría son atribuidas a transgresiones de las normas sociales,
desequilibrios del orden natural de las cosas y las fuerzas sobrenaturales. Las
dos, trasgresiones y desequilibrios, traen como consecuencia castigos divinos
provenientes de Dios, los santos, la Virgen o “seres” mágicos y por lo general,
son ellos los que tienen la facultad de curar, una vez que se haya reparado la
falta o las cosas hayan regresado a su equilibrio normal.
Se piensa que las
enfermedades también pueden ser provocadas por la intervención de un ser
maligno, ya sea por accidente o porque haya sido convocado por un hechicero
para provocar el daño a una tercera persona. En estos conjuros, el alma del
individuo es la víctima principal, la cual, al ser separada del cuerpo causa la
enfermedad. Aunque no necesariamente la presencia de fuerzas malignas puede ser
el origen de estas enfermedades, existen espíritus de difuntos que aún se
encuentran en el mundo de los vivos, como sucede entre los mexicaneros de Durango, en donde se atiende “la
corrida del alma”. Para poder curar la enfermedad primero es necesario
conocer el origen de la misma, el cual puede ser revelado a través del sueño,
la pulsación, el humo (del tabaco o las velas), las cartas, el agua o la
lectura del maíz. Una vez conocido el diagnóstico, la enfermedad puede ser
tratada por medio de los rezos, infusiones naturales, limpias, tabaco, flechas
y plumas, entre otras cosas.
Curanderos
En términos
generales, quien encamina sus acciones hacia la salud del enfermo se le conoce
como curandero. En esta categoría se encuentran losyerberos, rezanderos,
pulsadores, hueseros, parteras, chupadores, adivinadores, sopladores, médiums y
mara´kames. Los curanderos por lo general han recibido este don por asignación
divina, por la transferencia de conocimientos de otro curandero o por medio
natural, aunque también puede ser de forma hereditaria. Se cree que esta gracia
puede recibirla a través de los sueños, pero también puede ser descubierta por
otro curandero. El médico tradicional o curandero constituye el intermediario
entre los seres divinos o mágicos y el enfermo. A través de él se da la
comunicación para solicitar la salud, enfrentar la enfermedad y a quien la
causa, aunque también practican acciones preventivas. El pago por sus servicios
generalmente se da en especie, pues se considera que al haber recibido el don
de sanar, implica un compromiso con la comunidad y sus semejantes.
Los
especialistas
Al igual que las
enfermedades, los curanderos pueden recibir distintos nombres según la región
del país en que se encuentren o particularmente en algunos grupos indígenas.
Sin pretender hacer un recuento exhaustivo de todos ellos, mencionaremos aquí
los más representativos:
Adivinadores
Su papel es
fundamental para conocer el origen de la enfermedad, y esta puede ser
descubierta a través del sueño, el humo (provocado por el tabaco, el incienso o
las velas) las pulsaciones, las cartas o el agua. Este último, como sucede en
algunas comunidades purépechas de Michoacán, en donde el origen del mal o
la silueta de quien lo ha provocado, se ve reflejado en una botella de agua
para que lo identifiquen los afectados. La adivinación por medio de la lectura
del maíz es una tradición mesoamericana y consiste en lanzar granos de maíz en
pares o en número de 13 (después de rezarles y haber hecho una cruz con ellos)
a una mesa, el piso o la cama en donde se imagina un círculo. Uno de los granos
representa al paciente, y según la posición que adopten estos, se puede
diagnosticar la enfermedad. Otra práctica recurrente para conocer el daño es el
consumo de plantas, raíces o cactáceas, ya sea por parte del paciente, el curandero
o ambos. Un claro ejemplo de esta práctica se da entre los huicholes y tarahumaras con el peyote, y los mazatecos con
los hongos.
Yerberos
Son quienes poseen
el conocimiento milenario de la herbolaria a través de la cual remedian ciertos males.
En base a este conocimiento preparan infusiones, pomadas, aceites y lociones
para curar o prevenir la enfermedad. Son ellos los encargados de llevar a cabo
las limpias, en las que además de las plantas y sus derivados, se valen de
incienso, tabaco, veladoras y oraciones. Por lo general, las limpias se
desarrollan frente a un altar, sacudiendo con ramas —y en algunas ocasiones
golpeando— al paciente, para posteriormente frotarle un huevo en el cuerpo, haciendo
especial énfasis en la cabeza. Acto seguido, rompen el cascarón y vacían la
yema entera en un vaso de agua, en donde se manifiesta el daño. De esta manera,
se cree que la enfermedad del paciente ha sido extraída por medio del huevo.
Algunas de las enfermedades más comunes que suelen curar los yerberos son
“el mal de ojo”, “el aire”, “el empacho” y “el espanto”.
Rezanderos
Son quienes tienen
la facultad de sanar algunas enfermedades a través de lasoraciones.
Fungen como intermediarios entre los seres divinos y el paciente, y por lo
general, llevan a cabo sus acciones petitorias en el interior de las iglesias,
frente a un altar o en los lugares considerados sagrados como cuevas, cerros y
encrucijadas de caminos. Complementan su oración con la quema de incienso o
copal, huevos y aguardiente, así como algunas ofrendas. Las velas son
indispensables en su oficio y varían en cantidad, tamaño y color, según el
padecimiento o petición. Para que el rezo sea eficaz, debe ser un acto
repetitivo y este puede durar varias horas, provocando muchas veces
entrar en “trance” al rezandero. Por su amplio conocimiento de las oraciones,
es solicitado igualmente para participar en funerales, ceremonias petitorias,
de bendición de la tierra, novenarios y velación de santos. Por lo general,
gozan de gran prestigio y estatus en las comunidades indígenas, y suelen tener
un cargo religioso.
Hueseros
y Sobadores
Aunque las acciones
de estos dos especialistas pueden resultar muy similares, cada uno tiene una
función específica. Los hueseros atienden principalmente los
problemas de luxaciones, fracturas, dolor de articulaciones, esguinces y
torceduras. En cambio los sobadores acomodan y corrigen
ciertas malformaciones, sobando básicamente sobre el miembro afectado o
inflamado. Para ello hacen uso de aceites animales y vegetales, bálsamos y
pomadas que ellos mismos preparan. Igualmente los sobadores son de gran ayuda
para las mujeres embarazadas, tanto para aliviar los dolores de espalda
provocados por el peso del bebé, como para corregir la mala posición del
producto. En este sentido, suelen tener funciones similares a las de las parteras.
Parteras
No sólo asisten a
la paciente durante el parto, además, lo hacen antes y después de
éste. Por medio del tacto, masajes y baños de temascal, la partera está siempre
al cuidado previo al parto de la paciente. Y al igual que los sobadores, de ser
necesario, se encarga de corregir la posición del producto utilizando hojas de
aguacate y masajes en el temascal. Una vez nacido el bebé, se encarga de los
primeros cuidados de éste, al igual que de la madre. En algunos grupos
indígenas, al nacer el niño se guarda la placenta y a los tres días se saca y
se lava bien, para después enterrarla bajo un árbol de aguacate. Otra función
que suele realizar la partera es corregir en los niños la “caída de mollera”,
ocasionada por una fuerte sacudida cuando están en su etapa tierna, para ello
introducen un dedo en la boquita del pequeño haciendo presión en el velo del
paladar para acomodar la mollera. Después frotan aceite en la
cabeza.
Chupadores
Extraen mediante la succión lo
que se considera como “mala sangre”, que puede estar dañada o descompuesta al
haber recibido la persona un fuerte golpe, un derramamiento de bilis, entre
otros. Después de enjuagarse la boca con aguardiente o mezcal, el chupador hace la succión directamente en la
parte adolorida y extrae sangre descompuesta, escupiéndola en un recipiente y
repitiendo esta misma acción, hasta que se considera que se ha extraído
completamente el mal. La sangre se entierra en un lugar cercano.
Mara´kame
El mara´kame
huichol posee el don de curar varias enfermedades, ya que
su conocimiento es amplio y domina varias especialidades. Es a la vez un
rezandero, cantador, yerbero, pulsador, soplador y chupador. Cuando la
enfermedad proviene de un hechizo, practica una limpia al enfermo, con plumas y
humo de tabaco, para después succionar con su boca el mal del cuerpo del
paciente. Muchas veces este daño sale convertido en pequeñas piedras, que el mara´kame escupe
al viento. Cumple también con la función de guía durante las peregrinaciones,
así como en rituales y ceremoniales de la comunidad.
Curandero
Al igual que el
mara´kame, el curandero entre los mexicaneros y tepehuanos de Durango tiene
la facultad de enfrentar y curar varias enfermedades,
particularmente cuatro consideradas como peligrosas. Debe ser del sexo
masculino y prepararse durante cinco años con constantes ayunos. Durante ese
tiempo debe hacerse de sus utensilios de trabajo para las futuras curaciones.
Se trata de flechas a las que se atan plumas y cada flecha representa la
enfermedad que se debe curar. Igualmente hacen uso del tabaco, el agua, las
oraciones y el sueño. Las enfermedades consideradas como peligrosas son el
“cochiste”, la “pulgación”, la “corrida del alma” y la brujería. La primera
consiste en una especie de sueño que ataca a los niños desde que son bebés
hasta los 13 años. Se manifiesta como un sueño intenso, diarreas o llanto
constante y puede ser ocasionada por la falta del cumplimiento de los padres
para efectuar las ceremonias agrícolas o tal vez debido a relaciones sexuales
en estado de ayuno.
La “pulgación” es una enfermedad venérea que se presenta en los adultos como ardores en el vientre femenino o en el sexo masculino al orinar. Las causas pueden ser las mismas que ocasionan el “cochiste” en los niños. En cuanto a la “corrida del alma”, es la enfermedad ocasionada a los familiares vivos de una persona que ha fallecido. Entonces el aliento del difunto debe ser expulsado del mundo de los vivos.
La “pulgación” es una enfermedad venérea que se presenta en los adultos como ardores en el vientre femenino o en el sexo masculino al orinar. Las causas pueden ser las mismas que ocasionan el “cochiste” en los niños. En cuanto a la “corrida del alma”, es la enfermedad ocasionada a los familiares vivos de una persona que ha fallecido. Entonces el aliento del difunto debe ser expulsado del mundo de los vivos.
Espiritistas
y Médiums
Ellos han recibido
la facultad de curar por medio del espíritu de un ser divino, el
cual se posesiona del cuerpo del curandero mediante un trance. Un claro ejemplo
de estos especialistas son los curanderos fidencistas, quienes reciben el
espíritu del Niño Fidencio. Estos reciben el nombre de cajitas,
vasos o materias, por ser considerados el recipiente o medio por el cual
ciertos espíritus se posesionan de su cuerpo para realizar las curaciones,
pueden ser poseídos también por el espíritu del Santo Niño de Atocha,
Pancho Villa, la Niña Aurorita y hasta el de una gitana.
Muchas materias poseen este don desde su nacimiento y otras lo adquieren
durante un sueño o visión. Según sea el espíritu que toma posesión, éste regula
el comportamiento de cada materia, comportándose como el personaje original. La
posesión se da por medio de un trance y junto con él llegan las facultades
curativas. Los métodos curativos más recurrentes son la frotación con lociones,
la receta de infusiones, el contacto físico y las barridas o rameadas. Algunas
materias llegan a practicar pequeñas operaciones utilizando instrumentos
rudimentarios, como navajas o vidrios de botellas. Estos personajes son también
los guías de sus misiones religiosas (el Fidencismo está considerado como una
religión).
Brujos
Aunque existen
diferentes tipos de especialistas que practican la magia blanca, negra,
amarilla, el vudú y la santería, aquí sólo consideramos a los primeros,
pues quien hace uso de la magia blanca lo hace en función de
procurar la salud o prevenir las enfermedades. El llamado brujo blancotrabaja
generalmente con santos y vírgenes, de quien recibe los poderes curativos y a
quienes les solicita la salud del paciente. Para ello se vale de incienso,
veladoras, lociones, huevos, animales domésticos, amuletos y especialmente de
la herbolaria. Aunque éstos se pueden encontrar en todo el país, los más
famosos se localizan en la región de los Tuxtlas y en Catemaco, Veracruz.
http://www.mexicodesconocido.com.mx/medicina-tradicional-curando-el-alma-y-un-poco-mas.html
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