DATOS SOBRE MIGRACIÓN DE LA MEDICINA CIENTÍFICA HACIA MEDICINAS ALTERNATIVAS O COMPLEMENTARIAS.
Ortìz Reyes Gina Masiel. 4hm1.
La medicina tradicional ha entrado en una nueva etapa de
desarrollo en los países de América Latina. Con el impresionante incremento de
la demanda de alternativas terapéuticas, ajenas en conceptos y prácticas al
modelo científico biomédico, la medicina tradicional se encuentra ubicada hoy
en un contexto en el que hace algunos años no existía. Prueba de ello, es el
notable crecimiento de algunos de sus recursos en los países industrializados,
así como los cambios ocurridos en la composición de la oferta de servicios
terapéuticos, en las formas de entender la salud y la enfermedad, así como el
uso combinado de muchas de estas formas terapéuticas. Sin embargo, pese a los
logros obtenidos, parte de los esfuerzos referidos se han encontrado con
obstáculos y limitaciones importantes.
Según una encuesta publicada en1993, al menosun 34% de los
ciudadanos norteamericanos estaba utilizando algún tipo de terapia alternativa.
Los pacientes visitaron durante 1990 425 millones de veces a terapeutas
alternativos, 40 millones de veces más de lo que visitaron a sus médicos de
atención primaria. Un seguimiento de esta encuesta, publicado en 1997,
demostraba que esta cifra había aumentado hasta el 42% y el número de consultas
a profesionales de las medicinas alternativas (629 millones de consultas en
1997) fue superior al de visitas al médico de cabecera. El dinero gastado por
los estadounidenses en medicinas no oficiales y no cubiertas por los seguros
médicos es similar al gastado en los servicios médicos oficiales y que tampoco
son cubiertos por los seguros.
En el Reino Unido, alrededor de 12 millones de adultos
consultaron a alguno de los practicantes de las seis disciplinas más
importantes dentro de las medicinas no convencionales, con un promedio de 4,3
visitas al año en 1993. En 1997 esta cifra había ascendido hasta 15 millones. Un
20% de la población de este país ha utilizado medicinas alternativas en el
último año según una encuesta realizada a una muestra representativa del conjunto
de la nación. Los practicantes de medicinas alternativas (alrededor de 40.000)
superan en número al de médicos generales (36.000 «general practitioners»).
Una publicación daba a conocer que el 52% de los alemanes
prefiere acudir a un »medico naturista» que a un dermatólogo cuando tiene un
problema cutáneo. En España, según datos del Ministerio de Hacienda, se llevan a
cabo 300.000 consultas diarias por parte de personal no médico que trabaja bajo
el epígrafe de profesiones parasanitarias. Este incremento en la utilización de
las medicinas alternativas está teniendo lugar en casi todos los países occidentales.
La tabla 1 muestra los resultados de diferentes encuestas realizadas en varios
países occidentales. Entre un 7 y un 24% de la población de estos países había
visitado a algún terapeuta alternativo en el último año y de un 20 a un 75%
había utilizado algún tratamiento de esta índole.
.
El recurso a medicinas complementarias está aún más difundido
entre la población geriátrica, sobre todo en Japón, donde hasta un 74,3% de los
mayores de 59 años son usuarios de medicinas complementarias, frente a un 61%
de la población de raza blanca y un 47,2% de la de raza negra en los Estados
Unidos de Norteamérica.
.En niños, la utilización de medicinas complementarias, según
diferentes estudios, es de un 17,9-21%7,8, y llega hasta un 42-65%9,10 en niños
con cáncer. En España, según datos del Ministerio de Hacienda, se llevan a cabo
300.000 consultas diarias por parte de personal no médico que trabaja bajo el epígrafe
de profesiones parasanitarias no reconocidas salvo por dicho organismo. A tener
en cuenta que este dato no incluye a los médicos que practican medicinas complementarias.
Un estudio publicado en 2001, efectuado en una ABS de
Valladolid, encontraba que el 44,8% conocía alguna consulta de medicina
alternativa y un 37% había acudido a algún curandero o sanador. El actual éxito
de las medicinas complementarias alcanza a los propios médicos. Una encuesta
realizada en 1994 en Washington, New Mexico e Israel, puso de manifiesto que un
60% de los médicos había recomendado a sus pacientes alguna terapia alternativa
en el último año y un 38% lo había hecho en el último mes. Un 47% de estos
médicos utilizaban ellos mismos algún tratamiento no convencional y un 23%
había incorporado alguna de estas terapias en su práctica.
Para constatar el auge que, también en España, está
alcanzando este tipo de medicinas basta ver su repercusión en los medios de
comunicación. Además de constantes referencias en periódicos, emisoras de radio
y cadenas de televisión, dos revistas de gran tirada de ámbito estatal, un
suplemento dominical del diario «El País» 14, de agosto de 2001, y un número de
la revista «Muy Interesante» 15, de noviembre de 2001, dedicaron su portada
(fig. 1) y extensos artículos en sus páginas centrales a este asunto. La
posición de los periodistas en relación con este tema suele ser equidistante
entre las medicinas convencional y alternativa y, en general, abogan por un
entendimiento mejor entre las dos por el bien de los pacientes. La revista «Muy
Interesante» publica un artículo muy bien elaborado y documentado, con citas de
las revistas médicas más prestigiosas como Annals of Internal Medicine, pero he aquí la
visión que ofrece de la Medicina Basada en la Evidencia: «Algunos médicos
pretenden basar todos sus actos en pruebas clínicas contrastadas» o «la
medicina basada en la evidencia ¿una quimera?», dando a entender que los médicos
podemos estar cayendo en un exceso de cientificismo. Parece claro, por tanto,
que la medicina alternativa no sólo está teniendo un éxito creciente entre la
población general, sino también entre los medios de comunicación (tan
importantes hoy en día), y que sería conveniente que los médicos convencionales
realizáramos una cierta labor de pedagogía acerca de cuáles son las bases de
nuestros conocimientos.
Otro dato interesante es un estudio de corte
transversal que se realizó, en el que se incluyeron todos los niños de 4 a 17
años que concurrieron acompañados por un adulto responsable a la Central de
Emergencias Pediátricas del Hospital Italiano de Buenos Aires (HIBA), durante
el transcurso de las dos primeras semanas de octubre de 2006, de lunes a
viernes, en los horarios de 9-12 h y de 14-18 h. La muestra se tomó en forma
consecutiva y por conveniencia, previo consentimiento oral de los adultos
acompañantes de los pacientes.
Los resultados fueron que el 84,5% conocía alguna
medicina alternativa o complementaria y el 13% había consultado en esas
prácticas en alguna oportunidad. La homeopatía fue la más conocida (76%) y la
más consultada (8,8%).
El 96,7% de los niños que utilizaron una medicina alternativa o complementaria continuaron con el pediatra de cabecera, pero el 42% de los acompañantes no se lo comunicó.
Entre los que consultaron a medicinas alternativas, el 42% manifestó que le brindaron mayor tiempo en la consulta, habían mejorado los síntomas por los que consultaron en el 78,5% y habían dado respuesta al problema de salud en el 87%.
El 96,7% de los niños que utilizaron una medicina alternativa o complementaria continuaron con el pediatra de cabecera, pero el 42% de los acompañantes no se lo comunicó.
Entre los que consultaron a medicinas alternativas, el 42% manifestó que le brindaron mayor tiempo en la consulta, habían mejorado los síntomas por los que consultaron en el 78,5% y habían dado respuesta al problema de salud en el 87%.
Bibliografía.
Cañedo Andalia, Rubén, et al. "De la medicina popular a
la medicina basada en evidencia: estado de la investigación científica en el
campo de la medicina tradicional." Acimed 11.5 (2003): 0-0.
MORENO, JOSÉ LUIS BALLVÉ. "¿ Quién utiliza las medicinas
no convencionales y por qué?." Humanitas,
Humanidades Médicas 1 (2003):
31-40.
Eymann, Alfredo, et al. "Utilización de medicina
alternativa o complementaria en una población pediátrica de un hospital de
comunidad." Archivos
argentinos de pediatría 107.4
(2009): 321-328.
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