viernes, 23 de agosto de 2013

Modelos de atención de Menéndez. Ortíz Reyes Gina Masiel


MODELOS DE ATENCIÓN DE LOS PADECIMIENTOS: DE EXCLUSIONES TEÓRICAS Y ARTICULACIONES PRÁCTICAS
El trabajo de Menéndez pretende desarrollar una interpretación de la articulación que funciona entre los modelos de atención médica, lo cual supone describir los caracteres estructurales de los modelos diferenciados, así como analizar el proceso de expansión conflictiva y contradictoria del modelo médico hegemónico y discriminar la posibilidad de las alternativas de autoetención.
Para los efectos de este trabajo de conocen tres modelos médicos:
a)     Modelo médico hegemónico
b)    Modelo médico subordinado
c)     Modelo médico basado en la autoatención.
Modelo médico hegemónico: Este modelo supone el reconocimiento de tres submodelos: modelo médico individual privado, modelo médico corporativo público y modelo corporativo primario. Los tres presentan los siguientes rasgos estructurales: biologismo, concepción teórica evolucionista-positivista, ahistoricidad, asocialidad, individualismo, eficacia pragmática, la salud como mercancía, relación asimétrica en el vínculo médico-paciente, participación subordinada y pasiva de los consumidores en las acciones de salud.
Modelo médico subordinado. En este modelo se integran las prácticas que son reconocidas como “tradicionales”.
Denominamos así al modelo basado en el diagnóstico y atención llevados a cabo por la propia persona o personas inmediatas de sus grupos parentales ol comunales y en el cual no actúa directamente un curador profesional.
“Por MMH entiendo el conjunto de prácticas, saberes y teorías generados por el desarrollo de lo que se conoce como medicina científica, el cual desde fines del siglo XVIII ha ido logrando establecer como subalternas al conjunto de prácticas, saberes e ideologías teóricas hasta entonces dominantes en los conjuntos sociales, hasta lograr identificarse como la única forma de atender la enfermedad legitimada tanto por criterios científicos, como por el Estado”.
Existen diversos modelos de atención de los padecimientos que son considerados en forma aislada y hasta antagónica por el sector salud, en lugar de observar las estrechas relaciones que se dan entre esos modelos a través de las prácticas y representaciones de los sujetos que los utilizan. En este trabajo se describen las relaciones que existen entre la biomedicina y la autoatención, para evidenciar el continuo proceso de transacciones que operan entre las mismas. Primero se describen algunas características básicas de la biomedicina y de la autoatención, para luego observar las transacciones que existen entre ambas, especialmente a través de la prescripción de fármacos y de la automedicación. Este proceso transaccional tiende a ser ignorado por la biomedicina, que critica los procesos de automedicación, lo que resulta paradojal dado que la biomedicina y sobre todo el sector salud impulsan procesos de autoatención que incluyen la automedicación, sin reflexionar sobre la articulación y sobre las consecuencias que estas transacciones tienen para el proceso salud/enfermedad/atención. Se propone la necesidad no sólo de reflexionar sobre estos procesos transaccionales, sino de utilizarlos intencionalemnte desde el sector salud.
Cuando desde una perspectiva antropológica hablamos de modelos de atención, nos referimos no sólo a las actividades de tipo biomédico, sino a todas aquellas que tienen que ver con la atención de los padecimientos en términos intencionales, es decir que buscan prevenir, dar tratamiento, controlar, aliviar y/o curar un padecimiento determinado, lo cual implica asumir una serie de puntos de partida que contextualizan nuestro análisis de los modelos de atención, aclarando que el material empírico que apoya los análisis y conclusiones de este texto surgen de nuestras investigaciones sobre saber médico y alcoholismo y sobre saber médico y saber popular referidos a diferentes procesos de salud/enfermedad/atención.
En las sociedades latinoamericanas, y especialmente en las sociedades capitalistas más desarrolladas se estarían incrementando actualmente las denominadas medicinas alternativas o paralelas, y si bien dicho incremento sería, en cierta medida, una reacción a determinadas características de las orientaciones biomédicas, éste no es sin embargo el factor decisivo, por lo menos respecto de determinados procesos.
Los conjuntos sociales como eje de la atención de los padecimientos.
La identificación y descripción de las formas de atención la iniciamos a través de lo que hacen y usan los sujetos y grupos sociales para atender sus padecimientos, y no a partir de los curadores biomédicos, tradicionales o alternativos.
Considero que si el sector salud quiere conocer y/o implementar el sistema de atención real que utilizan los sujetos y conjuntos sociales, debería identificar, describir y analizar las diferentes formas de atención que los conjuntos sociales manejan respecto de la variedad de padeceres reales e imaginarios que reconocen como afectando su salud.
Biomedicina: algunos rasgos y limitaciones
En principio recordemos que la biomedicina en tanto institución y proceso social se caracteriza por su constante aunque intermitente modificación y cambio y no por su inmovilidad, y cuando señalo esto no me refiero sólo a cambios técnicos y científicos, sino a cambios en sus formas dominantes de organizarse e intervenir no sólo técnica sino económica, social y profesionalmente. Por lo cual el análisis que estamos realizando en este texto no refiere a la biomedicina que se practicaba en 1850, en 1920 o 1950, sino a las tendencias que se desarrollan desde los 60’ y 70’ hasta la actualidad.
Más allá de críticas y crisis, lo que observamos es una continua expansión de la biomedicina que afecta su relación con las otras formas de atención. Dicha expansión se caracteriza por un proceso de continuidad/discontinuidad, donde la continuidad está dada por el constante aunque intermitente proceso de expansión basado en la investigación biomédica, en la producción farmacológica y en la medicalización no sólo de padeceres sino de comportamientos; y la discontinuidad por las orientaciones críticas surgidas al interior y fuera de la propia biomedicina, así como por las actividades y representaciones impulsadas por las otras formas de atención y especialmente por las prácticas de los diferentes conjuntos sociales para asegurar la atención y solución real y/o imaginaria de sus padecimientos.
Autoatención como proceso estructural
La autoatención constituye una de las actividades básicas del proceso salud/enfermedad/ atención, siendo la actividad nuclear y sintetizadora desarrollada por los grupos sociales respecto de dicho proceso. La autoatención constituye una actividad constante aunque intermitente desarrollada a partir de los propios sujetos y grupos en forma autónoma o teniendo como referencia secundaria o decisiva a las otras formas de atención. La autoatención puede ser parte de las acciones desarrolladas por las otras formas, dado que frecuentemente es un paso necesario en la implementación de las mismas.
Pero la autoatención puede ser pensada en dos niveles, uno amplio y otro restringido; el primer nivel refiere a todas las formas de autoatención que se requieren para asegurar la reproducción biosocial de los sujetos y grupos a nivel de los microgrupos y especialmente del grupo doméstico. Formas que son utilizadas a partir de los objetivos y normas establecidos por la propia cultura del grupo. Desde esta perspectiva podemos incluir no sólo la atención y prevención de los padecimientos, sino las actividades de preparación y distribución de alimentos, el aseo del hogar, del medio ambiente inmediato y del cuerpo, la obtención y uso de agua, ertc., etc., etc.
La biomedicina como generadora de autoatención
Hemos tratado de demostrar en este trabajo que hay una intensa y constante relación entre las actividades biomédicas y las de autoatención a partir de procesos impulsados sobre todo por las necesidades, objetivos y/o deseos de los sujetos y grupos. Si bien cada grupo incluye en sus actividades de autoatención explicaciones y sobre todo prácticas y productos devenidos de diferentes fuentes, debe asumirse que la biomedicina constituye actualmente una de las principales fuentes, según algunos autores la principal, de las actividades de autoatención.
Hemos señalado además que la biomedicina cuestiona y/o ve negativamente a la automedicación, a la que considera responsable de toda una serie de consecuencias negativas, pero que simultáneamente la biomedicina considera positivamente el autocuidado y genera toda una serie de actividades que impulsan no sólo el autocuidado sino también la automedicación. Y así observamos que en la mayoría de los países de América Latina el sector salud desarrolla programas de planificación familiar, o si se prefiere de salud reproductiva, que tratan de que el grupo familiar y sobre todo la mujer aprenda a planificar, utilice varios métodos y especialmente la píldora anticonceptiva, y que sobre todo los utilice autónomamente.
El sector salud y toda una variedad de organizaciones no gubernamentales (ONG) han difundido el uso autónomo de la rehidratación oral, enseñando inclusive a preparar dicha solución, dado el papel decisivo que cumple en el control y abatimiento de diversos tipos de gastroenteritis. El objetivo es lograr también que las personas autonomicen la preparación o la compra y su uso. El SS y otros grupos han promovido intensamente el uso del condón no sólo como técnica anticonceptiva, sino como mecanismo preventivo respecto de enfermedades de transmisión sexual, que los sujetos deberían decidir autónoma y/o relacionadamente.
Contexto de seguridad social en Venezuela
La sociedad mundial vive un proceso de cambio y transformación con características inéditas. Las modificaciones en los últimos treinta años abarcan todas las áreas y afectan, de una u otra manera, a todas las naciones y dentro de ellas a todos sus grupos sociales. Los últimos decenios del siglo XX y los primeros años del XXI son testigos de un cambio societario, sin precedentes, por su extensión y profundidad, en la evolución reciente de la humanidad.
Aspectos salud (cáncer mamario en México)
En los últimos años, el cáncer de mama en México  se ha convertido en un problema de salud pública  y un serio desafío para el sistema de salud.1,2 A partir  de 2006, la mortalidad por dicha causa supera a la del  cáncer cervicouterino como principal causa de muerte  por tumores malignos; asimismo, se ha colocado como  la segunda causa de muerte en mujeres de 30 a 54 años,  sólo detrás de la diabetes mellitus.
En cuanto a las sugerencias sobre bases de datos y  futuros análisis, los resultados de este estudio subrayan la  importancia de contar con datos estadísticos más acordes  con la realidad de la población con cáncer de mama. En consecuencia, el seguimiento a través de una clave única  de registro de salud que funcione entre las instituciones  del sistema de salud permitiría conocer con mayor precisión el número de mujeres con esta enfermedad que  acuden en demanda de atención en el sector público y,  por lo tanto, se podría calcular de una mejor manera la  magnitud de la prevalencia de esta neoplasia.
Bibliografia
Febres, C. E., Cardozo, A., Méndez, A., Sassone, P., Haljeimer, H., Polanco, L., ... & Contreras, J. (2002). La reforma de la seguridad social en Venezuela: bases y perspectivas. Rev Salud Trabajadores, 10(1).
Menéndez, E. (2003). Modelos de atención de los padecimientos: de exclusiones teóricas y articulaciones prácticas. Ciênc Saúde Coletiva, 8(1), 185-207.

Knaul, F. M., Arreola-Ornelas, H., Velázquez, E., Dorantes, J., Méndez, Ó., & Ávila-Burgos, L. (2009). El costo de la atención médica del cáncer mamario: el caso del Instituto Mexicano del Seguro Social. salud pública de méxico,51(supplement 2), s286-s295.

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